Diferentes líderes religiosos en todo el mundo están solicitando la prohibición de los «Esfuerzos para Corregir la Orientación Sexual e Identidad de Género» (ECOSIG) o las mal llamadas “terapias» de conversión sexual, exigiendo a los diferentes gobiernos que tomen cartas en el asunto para generar políticas públicas y normativas, que prohiban estas prácticas crueles, inhumanas y denigrantes.
Es importante mencionar que estos esfuerzos van más allá de las llamadas «terapias» de conversión, pues también incluyen otros métodos como la privación ilegal de la libertad, violaciones correctivas, exorcismos religiosos y medicalización forzada, por nombrar algunas «tácticas»; para curar algo que desde décadas dejó de considerarse una enfermedad y que no hay #NadaQueCurar. Sus principales víctimas son jóvenes LGBTI+, generando un daño irreparable a su salud mental a lo largo de su vida adulta y, en el peor de los casos, orillándoles al suicidio. La pandemia de la COVID-19 exacerba estas formas de violencia, razón por la cual, hoy más que nunca es vital no dejar a nadie atrás.
En ese sentido, los que firman la declaración representan a las principales religiones del mundo y muchos son conocidos defensores LGBT+. Entre ellos se encuentran el clérigo sudafricano, el Arzobispo Desmond Tutu y el ex Rabino jefe de Irlanda, David Rosen.
La declaración realizada mediante una conferencia patrocinada por la Oficina de Relaciones Exteriores, Riqueza Común y Desarrollo (FCDO) del Reino Unido, pide «que se acaben todos los intentos de cambiar, suprimir o borrar la orientación sexual, la identidad de género o la expresión de género de una persona, y que se prohiban estas prácticas nocivas».
Por otra parte, cabe mencionar que es lamentable, que ante esta increíble y esperada postura de cientos de ministros de culto, existen otros miembros religiosos conservadores que reclaman que es una infracción a la libertad religiosa y que podría causar prohibiciones a lo pueden enseñar y lo que no, sosteniendo que ellos “solo quieren ayudar”.
En 2018 según una encuesta realizada a 108,000 miembros de la comunidad LGBT+ en Reino Unido se obtuvo como resultado que un 2% se ha sometido a algún tipo de ECOSIG, mientras que a un 5% se le ha ofrecido uno, el primer ministro británico Boris Johnson prometió tomar cartas en el asunto para prohibir estas prácticas desde 2018, pero el gobierno aún no ha publicado los detalles de la prohibición.
En el interior del país, los ECOSIG ya se encuentran prohibidos en la zona metropolitana de México (Ciudad de México y el Estado de México); y actualmente también se encuentran iniciativas de leyes homólogas en los congresos locales de Sinaloa, Querétaro, Guanajuato, Jalisco y Quintana Roo. Desde Yaaj México aplaudimos a todas y todos los activistas, líderes políticos y de opinión, y diversos aliadxs que apuestan por Derechos Humanos y permiten avanzar estas propuestas.
Finalmente, a nivel mundial se han prohibido los ECOSIG en lugares como Canberra y Queensland en Australia; California, Colorado, Nueva York y Washington en los Estados Unidos de América; así como en países del continente europeo como Suiza, Malta y Alemania.
Con información de BBC News.
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