Genaro Lozano: un defensor de derechos humanos al frente de la Embajada de México en Italia

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Su designación refuerza el compromiso de México con la igualdad, la diversidad y la cooperación internacional.

CIUDAD DE MÉXICO, 20 de agosto de 2025.— La Comisión Permanente del Congreso de la Unión ratificó a Genaro Fausto Lozano Valencia como embajador extraordinario y plenipotenciario de México ante la República Italiana y, de manera concurrente, ante Albania, Malta y San Marino. El nombramiento, propuesto por la presidenta Claudia Sheinbaum, representa un hecho de gran trascendencia política y simbólica: México coloca en el centro de su diplomacia a un académico, analista y activista con un compromiso probado en la defensa de los derechos humanos y en la construcción de sociedades más incluyentes.

Trayectoria académica y profesional

Genaro Lozano es un académico brillante. Licenciado en Relaciones Internacionales por el ITAM —donde fue profesor de 2004 a 2013—, maestro y doctor en Ciencia Política por The New School for Social Research, ha impartido desde 2007 cátedra en la Universidad Iberoamericana en áreas de estudios internacionales y ciencias sociales. Ha ofrecido conferencias en universidades como Harvard, Columbia, The New School, la Universidad de Chicago y la UNAM, consolidándose como una de las voces mexicanas más sólidas en el ámbito académico internacional.

Su carrera incluye una fuerte vinculación institucional: fue consejero en la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, miembro del consejo asesor de la Unidad de Género de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, asambleísta emérito del COPRED -Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México-, integrante del consejo de la organización de la sociedad civil GIRE y cofundador de la Coalición Mexicana LGBTTTI+. Estas responsabilidades, entre muchos otros logros más, muestran una constante: su compromiso con la justicia, la igualdad y el fortalecimiento del Estado de derecho.

Activismo y derechos humanos

Más allá del aula y las instituciones, Lozano ha sido un articulador de causas históricas. Su papel fue central en la lucha para prohibir los ECOSIG (Esfuerzos para Corregir, Reprimir o Suprimir la Orientación Sexual e Identidad de Género) o mal llamadas «terapias» de conversión. Durante ocho años de trabajo y seis años de lucha legislativa, acompañó a sobrevivientes, amplificó las voces de organizaciones como Yaaj México y tejió alianzas con senadoras y diputados de distintos partidos. Su visión plural permitió que legisladoras de diversas bancadas —como Patricia Mercado de Movimiento Ciudadano, Citlalli Hernández de Morena y Alejandra Lagunes del Partido Verde Ecologista— se unieran en torno a una causa de justicia y dignidad.

El resultado de ese trabajo sostenido fue histórico: en 2024 México prohibió por ley estas prácticas que Naciones Unidas consideran tortura, un hito que se publicó finalmente en el Diario Oficial de la Federación, por mandato del entonces Presidente Andrés Manuel López Obrador. Como reconoció la ahora Diputada Federal, Patricia Mercado, el nombramiento de Lozano como embajador en Italia envía un mensaje poderoso en el actual contexto global: el de un país que decide representar sus valores enviando a un activista por las libertades, los derechos sexuales y reproductivos, y la dignidad de las poblaciones LGBTIQ+.

Su compromiso también se ha extendido a la defensa del derecho a decidir, la lucha contra el estigma del VIH/Sida, contra la violencia de género, el trabajo constante por una sociedad libre de discriminación y sin violencia hacia los animales.

Voz en los medios de comunicación

El activismo de Lozano ha estado acompañado de una fuerte presencia mediática, siempre con la convicción de que comunicar también es defender derechos. Ha sido conductor de Hora 21, del debate juvenil Sin Filtro y de la revista nocturna Antes de Acostarnos en N+, además de panelista en Tercer Grado.

Como columnista ha publicado en medios internacionales como The Washington Post, Monocle, Americas Quarterly, La Nación (Argentina), El Comercio (Perú), Gulf News (Dubái), además de Esquire, Harper’s Bazaar y Domus. En México, su firma recorrió prácticamente todos los periódicos hasta convertirse en editorialista de Reforma, un sueño que él mismo relató con emoción al despedirse en junio de 2025:

“Empecé a escribir hace ya 24 años, pasando prácticamente por todos los periódicos de México, y siempre soñé con ser editorialista de Reforma. Crecí leyéndolo en la universidad. En 2012 me invitaron a escribir en sus planas para incorporar los temas que trabajo. No fue fácil. La gente de la diversidad sexual siempre tiene que nadar a contracorriente, pero esto solo nos hace más resilientes y fuertes. Viví 13 años de absoluta libertad como editorialista. Me voy con el corazón contento, para enfocarme en lo que sigue y que me tiene muy emocionado.”

Ese testimonio refleja que su paso por el periodismo no fue solo oficio, sino trinchera, espacio de libertad y compromiso con causas que incomodan, pero que hoy marcan la diferencia.

Diplomacia renovada y progresista

El nombramiento de Genaro Lozano también inaugura un nuevo capítulo en la historia de la diplomacia mexicana. Nuestro país ha tenido diplomáticos abiertamente de la diversidad sexual y de género, pero nunca a un activista con una trayectoria pública tan sólida en la defensa de derechos humanos y libertades. Esta designación rompe con la visión tradicional de que los embajadores deben ser neutrales y limitarse a la representación protocolaria.

Esa idea de neutralidad es un mito. La diplomacia nunca ha sido neutral: representa valores, proyectos de nación y prioridades políticas. Al elegir a Lozano, México apuesta por una diplomacia con valores claros, donde la voz de un país se alinea con la de una presidenta y una sociedad que defienden la igualdad y la diversidad. Como ocurrió en la historia con diplomáticos que salvaron vidas en contextos de persecución, hoy México recuerda que la representación internacional también es un acto ético y político.

Frente a quienes critican que no proviene del Servicio Exterior de carrera, este nombramiento reafirma que la diplomacia mexicana no es un círculo cerrado ni elitista. La pluralidad de voces enriquece, y este nuevo tiempo demuestra que se puede soñar con representar a México desde trayectorias distintas, sin perder rigor ni profesionalismo.

Un nuevo tiempo para México…

La designación de Genaro Lozano como embajador de México trasciende un nombramiento diplomático. Es un acto de justicia histórica para las luchas sociales, un reconocimiento al poder del activismo articulado y a la fuerza de la sociedad civil. Es también un mensaje al mundo: México no solo comercia, dialoga y negocia, sino que también defiende derechos, celebra la diversidad y honra la dignidad humana.

Hoy, en un tiempo de renovación diplomática, México coloca a un académico brillante, a un comunicador influyente y a un activista plural al frente de su representación en Europa. Con Genaro Lozano, la embajada mexicana en Italia se convierte en un faro de lo que somos y de lo que aspiramos a ser: un país abierto, diverso y comprometido con la justicia.

En esta nueva etapa, la diplomacia mexicana ya no teme a los valores, sino que los abraza. Y al hacerlo, abre la puerta a que más voces, más luchas y más historias tengan cabida en los espacios donde se construye el futuro del mundo.

Celebramos esta merecida designación y cerramos con la fuerza de un mensaje poderoso, escrito por quien, con su pluma, ha marcado la conversación pública y hoy asume este nuevo reto:

Que nunca te detenga el odio.
Que nunca te detenga la homofobia.
¡Siéntete siempre orgullosa, orgulloso, orgullose de ser quien eres!

Excm. Genaro Lozano, Embajador de México en Italia.

Fin.