Discapacidad y diversidad sexual: una realidad que no hablamos

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¿Por qué ser normal, cuando puedes ser especial? Con esta poderosa frase se promocionó la serie Special, una producción de Netflix que cuenta con dos temporadas y que está basada en el libro Soy Especial: Y Otras Mentiras Que Nos Decimos a Nosotros Mismos escrito por Ryan O’Connell. Tal y como lo señala el título de esta producción, esta es una historia única ya que el personaje central es un hombre gay con parálisis cerebral.

Tal y como lo señalamos en nuestra pluma ¿Por qué necesitamos una representación real y digna? Hablemos de Disclosure, no basta con solamente tener contenido con personajes LGBTI+ en los medios de comunicación – sin importar el trasfondo de los mismos – ya que existe una responsabilidad de abordar estos temas desde un enfoque interseccional, a fin de no dejar ninguna historia atrás y que cada persona pueda ser representada de manera digna en los espacios públicos. Por lo cual, la recomendación de esta semana nos permite recordar que las personas con discapacidad forman parte de la comunidad LGBTI+ desde que el movimiento inició. Sin embargo, me atrevería a decir que es de los colectivos más vulnerables e invisibilizados.

Dato curioso: Les creadores de esta serie querían empezar el proyecto en el 2015. Sin embargo, tardaron 4 años para que una casa productora se interesara en la historia y decidiera apostar por realizarla.

La serie está estelarizada por Ryan O’Connell, autor del libro sobre el cual está inspirada la historia y quien tiene parálisis cerebral. El hecho que sea un actor con discapacidad quien protagoniza un proyecto de Netflix es sumamente poderoso y un gran avance para la inclusión en los medios de comunicación.

Special se centra en Ryan Hayes, un hombre gay y con parálisis cerebral, que a sus 28 años se da cuenta que aún no ha hecho nada «importante» con su vida y está decidido a cambiar esto. Después de sufrir un accidente, entra a trabajar como pasante a un blog de historias sátiras, en donde escribirá su primer columna exitosa la cual lo volverá visible en el mundo digital.  A lo largo de 16 episodios, podemos ir viendo cómo este joven tiene que hacerle frente a situaciones comunes de la vida adulta, desde la perspectiva de un joven homosexual y con parálisis cerebral.

Uno de los principales retos a los cuales se tiene que enfrentar, es a ganar seguridad en sí mismo y abrazar todas aquellas diferencias que lo hacen ser único. Particularmente, esto podemos verlo cuando Ryan acude a una fiesta en una alberca, en donde vive el conflicto con el que muchos hombres gay lidiamos día con día, que es luchar contra la imposición de una belleza masculina estereotipada, ya que considera que no cumple con el estándar impuesto socialmente. No obstante, poco a poco comienza a darse cuenta de que no solamente es bello tal y como es, sino que además, son justamente sus diferencias las que lo vuelven atractivo hacia los hombres con los que se empieza a relacionar emocionalmente. Considero que aunque la historia esté contada desde la perspectiva de un hombre con discapacidad, esta es una experiencia universal que muchas personas llegamos a vivir, por lo que esta historia nos regala una gran enseñanza: ¡Existe una diversidad de cuerpos y todos son válidos!

Otro aspecto que la serie aborda de una manera muy sencilla y cómica, es que Ryan entra en conflicto puesto que no sabe cómo ser un hombre gay. Esto no es solo una ocurrencia del personaje principal. Él, así como muchos jóvenes, hemos estado expuestos a estas falsas expectativas de cómo debemos actuar las personas de la diversidad sexual, ya sea en nuestra forma de vestir, de hablar o inclusive, de nuestras prácticas sociales y sexuales. Al final, la historia concluye que no hay un manual y mucho menos reglas que deban seguirse, puesto que existen distintas formas de ser un hombre gay.

De las cosas que más me gustaron de toda la serie, es que se aborda el derecho de las personas con discapacidad a tener una vida sexual plena; aunque esto pueda sonar como algo lógico, la realidad es que sigue siendo un tema que pocas veces se habla y a lo largo de las dos temporadas se toca de una manera divertida y normalizada. Uno de los tantos aciertos que tiene la serie, es que la vida sexual de Ryan es algo natural y que puede platicar abiertamente con la gente que le rodea, ya que no se avergüenza de ello e inclusive está dispuesto a probar distintas formas de relacionarse sexoafectivamente. Aunque no es algo que se intente invisibilizar, la parálisis cerebral no es lo principal cuando está teniendo relaciones sexuales, y esto es un mensaje muy poderoso puesto que la discapacidad física y/o intelectual no es algo que tenga que regir, ni impedir la vida sexual de ninguna persona. Además, hay que resaltar que es de los pocos contenidos (sino es que el único) que explícitamente nos recuerda que las juventudes LGBTI+ con alguna discapacidad también tienen una vida sexual activa, al igual que cualquier otra persona.

Special se convirtió en una serie que le da una fuerte y digna representación a las personas con algún tipo de discapacidad.

Por otro lado, esta serie toca un tema que se ha vuelto muy latente para la generación millenial: La búsqueda de la autorrealización. Así como cualquier joven necesita encontrar un sentido a su vida, las personas jóvenes con discapacidad también deben, tienen y merecen la autorrealización, y sobre todo a través de la independencia. Como podemos ver a lo largo de la historia, este es uno de los aspectos más importantes para el protagonista, quien desde el gesto más banal como afeitarse, lavar los trastes o abrocharse las agujetas solo, le da un sentido de independencia. Inclusive, hay un momento que me parece increíble en donde Ryan hace una comparación con un menú y le explica a su madre que el tema de la parálisis cerebral no debería ser el “platillo principal” sino simplemente un aperitivo e, idealmente, algo que tendría que desaparecer.

Un acierto más de la serie es la forma en la que aborda la problemática del capacitismo. Desde el primer capítulo, es claro que Ryan lidia con esta forma de discriminación todos los días ya que la primer persona que incurre en esto es su madre. En relación con este tema, me pareció muy interesante que les creadores de esta serie realizaran el contraste de esta cuestión con el personaje de la mamá y su jefa. Mientras que la primera no le permite hacer muchas cosas por sí solo ya que tiene una actitud sobreprotectora, su jefa (quien es retratada como una persona egocéntrica), a pesar de ser una figura de autoridad con la que es difícil relacionarse, desde un inicio decide darle un trato igualitario y no le da concesiones únicamente por ser distinto a los demás.

A diferencia de muchas películas o series que abordan estos temas, la narrativa no es dramática ni con tintes trágicos, lo cual nos transmite que también podemos hablar de discapacidad y tener una historia feliz y cargada de esperanza.

Por último, la historia introduce desde el primer capítulo la premisa de una “doble” salida del clóset para el personaje principal: Tanto como una persona gay, como con parálisis cerebral. Esto puede analizarse desde varias perspectivas. A lo largo de los capítulos, es evidente que Ryan lucha para que la gente que le rodea en su círculo familiar, social y profesional, pueda darse cuenta que la discapacidad no constituye un impedimento para ser una persona exitosa; lo interesante de su caso, es que la gran mayoría de las veces las personas que llegan a conocerlo, no saben que tiene parálisis cerebral y es en ese momento en el que Ryan se encuentra en la disyuntiva de compartir esa información o no, puesto que no quiere que eso sea lo único que la gente vea en él.

Aunque la serie no ahonda respecto al momento cuando el personaje salió del clóset, definitivamente nos hace reflexionar que las personas con discapacidad LGBTI+ se encuentran ante un mayor reto. Y es por ello que al inicio de este artículo señalé la importancia de tener un enfoque interseccional cada vez que analicemos estos temas y considero que la serie ayuda a reforzar esta cuestión; así como Ryan reconoce enfrentarse a una “doble” salida del clóset por ser gay y tener parálisis cerebral, las personas como él también se encuentran expuestas a luchar contra los distintos estigmas y violencias que les puedan atravesar.

Sin lugar a dudas, esta es una gran opción para maratonear este fin de semana, ya que los capítulos no duran más de media hora y es posible ver la serie completa en menos de dos días. Además de poder disfrutar una historia contada desde una visión fresca, actual y muy divertida, pero también podrán tener una experiencia que, al menos yo nunca había tenido: La oportunidad de ver representadas en los medios a las personas de la diversidad sexual con discapacidad. Recordemos que vivimos en una sociedad diversa. Lo diferente no es algo malo, sino todo lo contrario, es lo que nos hace únicos y especiales. Desde Yaaj celebramos que grandes productoras estén dando este gran paso y cuenten historias que los medios de comunicación no habían visibilizado en el pasado, ya que esto le permitirá a cualquiera poder verse representada de manera digna y saber que es posible tener una vida plena. ¡Nunca olvidemos que lo que no se nombra, no existe!

¡Hasta la próxima!

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