La diversidad del placer sexual y las prácticas de riesgo entre los llamados “Hombres que tienen Sexo con otros Hombres”

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Por Carlos Ahedo

Activista LGBTI+ y defensor de derechos de personas con VIH en la Ciudad de México, coordina «Salud Positiva» en Yaaj México y fue galardonado con la Medalla al Mérito Médico en 2021.

La historia de la comunidad LGBT+ es un viaje en constante evolución, un camino que busca comprender y definir las experiencias sexuales, afectivas, identitarias y expresivas. A medida que esta historia se desarrolla, surgen nuevas identidades y formas de autodefinición. Sin embargo, en su núcleo, la historia LGBT+ siempre ha abogado por un derecho fundamental: el derecho a disentir, a afirmar que nuestras vivencias no se ajustan a las normas establecidas, particularmente la heterocisnorma.

A lo largo del tiempo, sin embargo, la hegemonía ha intentado devorarnos desde adentro, creando divisiones incluso dentro del propio colectivo. En esta reflexión, intento explorar la complejidad del placer sexual y las prácticas de riesgo en el contexto de quienes han sido nombrados hombres que tienen sexo con otros hombres (HSH), cuyas experiencias van más allá de las etiquetas e identidades.

En el rincón más íntimo de nuestras vidas, más allá de las identidades y discursos que compartimos, reside la intimidad de los cuerpos piel a piel. En esos momentos, no nos preguntamos quiénes son nuestros pares. ¿Existe diferencia en la oscuridad de un espacio de encuentro entre un hombre cis gay y una persona no binaria que habita un cuerpo con pene? ¿Encontramos un espacio para nuestra identidad política y de género cuando la luz se apaga? ¿O nos entregamos a nuestros cuerpos, aromas y deseos en un santuario compartido?

La salud pública busca categorizar las interacciones entre corporalidades con pene, optando por el término «Hombres que tienen Sexo con otros Hombres» para evitar debates identitarios. Pero, ¿es esta categorización problemática o efectiva? Resuelve aspectos técnicos, como dirigir medidas de prevención basadas en prácticas en lugar de identidades, pero ¿ignora la importancia de nuestras experiencias individuales? ¿Deja a las personas no binarias excluidas de las políticas de salud?

Enunciar tu identidad, elegir tu expresión y luchar no debería ser un obstáculo para acceder a la prevención sexual. Nuestra visión busca abogar por no solo centrarse en las prácticas, sino también en cómo coexisten en un mundo complejo lleno de símbolos, creencias y luchas.

La salud colectiva a la que llamamos desde nuestra trinchera Salud Positiva requiere comprender la otredad, reconocer que, aunque parezcamos habitar y compartir nuestra sexualidad y erotismo en el mismo lugar, cada quien lo experimenta de manera diferente, nos entregamos de forma diferente y nos enfrentamos a crueles consecuencias de manera diferente. Solo cuando abordemos estas diferencias podremos avanzar más allá de las simplificaciones que, en su intento de evitar discusiones identitarias, violentan y segregan a quienes no se ajustan a las normas, incluso a las normas creadas dentro del mismo imaginario LGBT+.

La diversidad es la esencia de la comunidad LGBT+. En nuestro camino hacia una salud positiva, debemos recordar que nuestras experiencias individuales importan y merecen reconocimiento. Al comprender la complejidad de nuestras vidas sexuales y eróticas, podemos superar las generalizaciones y avanzar hacia un mundo en el que todas seamos celebradas y protegidas por lo que somos y no solo porque lo que hacemos y donde lo hacemos, hacerlo es remembranza histórica, es volver a esos momento donde no existía nada para nadie, es recordar a las muertes por sida en maricas y travestis por igual, es reconocer que la lucha inicia por defender el derecho a disentir y trasgredir las normas. Es hora de ser radicales, desde la empatía, desde actuar para no dejar a nadie atrás, desde exigir: ¡Salud Positiva Yaaj!

FIN.

«Las opiniones, posturas, citas y referencias expresadas en este artículo son responsabilidad de la persona autora señalada al inicio del mismo y no necesariamente reflejan la posición de Yaaj México o sus aliados.»