Hawaii es ahora el décimo-segundo estado en el país con una ley que prohíbe a terapeutas ofrecer las llamadas ‘’terapias de conversión’’ a menores.
La terapia de conversión es la práctica de tratar de cambiar la orientación sexual, identidad de género o expresión de genero de una persona y es universalmente rechazada por las organizaciones nacionales que guían las prácticas aceptables para los profesionales de la psicología; es incluso considerada una pseudociencia.
Aún así, sigue siendo recurrente en algunos sitios.
La nueva ley, firmada por el gobernador el viernes, aplica a psiquiatras, trabajadores sociales, consejeros y terapeutas familiares y de matrimonio.
El Acto 13 establece también una fuerza de trabajo temporal sobre orientación sexual en el Departamento de Salud del estado para resolver preocupaciones de menores que reciben consejo sobre orientación sexual, identidad o expresión de género.
La ley entrará en efecto el primero de Julio.
«Apabullante evidencia científica ha mostrado que las ‘’terapias de conversión’’ no son efectivas y frecuentemente dejan secuelas psicológicas duraderas y dañinas en los menores. El gobernador David Ige dijo:
“Esta práctica no es apropiada científica ni éticamente’’.
David Ige, Gobernador.
Aquellos que apoyan la prohibición dicen que manda un mensaje certero sobre la importancia de la igualdad y el amor.
Mathew Shurka, sobreviviente de terapia de conversión y estratega para la campaña nacional Born Perfect, dice que recibió 5 años de terapia de conversión comenzando a los 16 años. Dice que la terapia lo hizo contemplar el suicidio.
‘’Fui diagnosticado como adicto a otros hombres. Lo categorizaron como una adicción. Y dijeron que tenía demasiados roles femeninos en mi vida. Como parte de mi tratamiento, no podía hablar con mi madre o mis dos hermanas por 3 años. No estaba dispuesto a perder mi vida por esto. No estaba dispuesto a perder a mi familia. Esto es lo que hace la terapia de conversión realmente: separa familias.”
Mathew Shurka, sobreviviente de terapia de conversión.
Para Andrea Kirk de 17 años, la nueva ley hará que la juventud LGBT de Hawaii, como ella, se sientan más seguros.
“Muchos de mis amigos tienen padres que no los apoyan como los míos y que estaban considerando opciones de terapia de conversión. Una amiga mía, trans, encontró folletos en casa de sus padres y estaba convencida de que la mandarían ahí’’.
Andrea Kirk, sobreviviente de terapia de conversión.
El Trevor Project, una organización nacional que provee intervención en crisis y servicios de prevención de suicidio para la juventud LGBT, aplaudió al estado por esta ley. La organización sin fines de lucro dice que tiene la misión de terminar las terapias de conversión en todos los estados.
“Estamos viendo un momento significativo para proteger a la juventud LGBT de la práctica peligrosa y desacreditada de las terapias de conversión, y el Trevor Project llama a más estados a unirse a Hawaii y prohibir esta práctica barbárica’’
Amit Paley, CEO y Director Ejecutivo.
Al encontrarse frente al pleno en la Legislatura estatal, la medida recibió en su mayoría gran apoyo. Hubo algunos pocos que se opusieron, bajo el argumento de que son los padres, y no el gobierno, quien debería decidir sobre el cuidado de los hijos.
Fuentes oficiales declararon que la terapia no es muy común en las islas, pero existen casos aislados.