Todxs merecemos ir al baile de graduación

Square

The Prom

¿No sabes qué película o serie agregar a tu lista? Te damos la bienvenida a esta columna, en la cual encontrarás reseñas y recomendaciones sobre películas y series que aborden distintos temas relacionados con la comunidad LGBTI+. En YAAJ estamos convencides que necesitamos que se cuenten y se presenten todo tipo de narrativas en los contenidos que consumimos de la cultura pop, ya que estos nos brindarán la posibilidad de vivir en visibilidad y sentirnos representades. Esperamos que disfrutes estas líneas y que en el camino, brindemos otras perspectivas que nos inviten a la reflexión, la aceptación, el respeto y la tolerancia, además de que por supuesto, te saquemos una sonrisa. ¡Bienvenides a Tatto´s Tomatoes!

No basta con crear personajes LGBTIQ+ para determinar que existe representación en los medios de comunicación. Podemos tener una lista de películas en donde encontramos distintas historias con personajes pertenecientes a la diversidad sexual y aún así concluir que hay narrativas que siguen siendo invisibilizadas. Concretamente, las mujeres lesbianas han tenido una historia en el cine y la televisión en donde han sido representadas de manera muy particular. Les invito a que piensen cuántas películas conocen que hayan sido publicitadas a gran escala, estelarizadas por actrices de alto perfil, dirigidas a un público adolescente, en donde exista una relación lésbica y que la misma tenga un final feliz.

Esta semana recomendamos The Prom, una película con una trama bastante básica, que está dirigida principalmente a un público adolescente y que si bien no es la gran obra de culto de los últimos tiempos, es una gran opción palomera-dominguera que nos puede dar la oportunidad de reflexionar sobre distintos temas y que además nos regala una gran lección: El amor lésbico es posible y no tiene que ser ni trágico ni dramático.

Advertencia: Esta película definitivamente no es para ti si no te gustan los musicales. Sí, si es la típica película en donde cantan cada cinco minutos.

«No one can convince us we were wrong. All it takes is you and me. And a song». Con estas palabras, la película nos introduce la relación de Emma y Alyssa.

The Prom es una adaptación hecha por Ryan Murphy del musical de Broadway que lleva el mismo nombre. La historia se sitúa en Indiana, Estados Unidos en donde la junta de padres de familia de una preparatoria decide cancelar el baile de graduación, ya que una de las alumnas, Emma, interpretada por Jo Ellen Pellman, quiere ir a este evento acompañada de Alyssa Green (Ariana DeBose) quien es su novia desde hace un año. Al mismo tiempo, un grupo de artistas de Broadway, interpretadas por las siempre excelentes Meryl Streep y Nicole Kidman, así como por James Corden y Andrew Rannells, acaban de percatarse que su carrera está en decadencia y deciden que necesitan apadrinar una causa para volver a tener buena publicidad y ser relevantes. Al enterarse del acto de lesbofobia en contra de estas alumnas, hacen de su misión ayudar para que el baile de graduación se lleve a cabo y Emma y Alyssa puedan asistir al mismo como pareja.

Cuando este grupo de actores llega a la preparatoria a exigir que se lleve a cabo este evento, se topan con la presidenta de la junta de padres de familia (interpretada por la gran Kerry Washington) quien, después de escuchar el argumento de que estos actos no pueden ser tolerados en Estados Unidos, los recibe con la frase “Esto no es América. Esto es Indiana”. Y así sin planearlo, una mujer sumamente conservadora nos da una muy básica pero atinada lección sobre interseccionalidad, lo cual empieza a trazar a lo largo de la película las distintas maneras en las cuales se atraviesan las distintas problemáticas que afectan a las y los adolescentes. Es evidente que un grupo de artistas que viene de Nueva York, una ciudad progresista y en la cual mucha gente tiene garantizados sus derechos, le costará trabajo comprender y empatizar con personas que viven en otros lugares, como lo puede ser Indiana. Y es que al final, no es lo mismo ser una mujer lesbiana en una capital cosmopolita que a serlo en una comunidad pequeña que se rige por otro tipo de tradiciones y costumbres.

Si disfrutas que lxs personajes sin justificación alguna se pongan a cantar y bailar de la nada, es una película que gozarás en todo momento. A lo largo de la trama, se pueden apreciar distintas canciones con grandes coreografías como lo son “You Happened”, “Tonight Belongs to You” o “It’s Time to Dance”, que nos recuerdan a películas musicales famosas como Grease, High School Musical o Camp Rock, tanto por los hilos narrativos como por los números musicales juveniles.

Con la canción «Love Thy Neighbour», el Trent (Andrew Rannells) hace una burla de todas las personas que justifican su homo/lesbofobia a través del discurso religioso. Esto, acompañado de un gran número musical digno de cualquier obra de Broadway.

Esta cuestión es sumamente interesante, ya que volviendo a los ejemplos de estas películas musicales, todxs podemos recordar que lxs protagonistas tenían su propia canción de amor, tal y como sucede con “You´re The One That I Want” de Grease o “Breaking Free” de High School Musical y las cuales podrías apropiártelas estuvieran o no dirigidas a ti. Y aunque se pueda concluir que la música es universal, lo cierto es que es necesario tener elementos dentro de la cultura pop que sí nos puedan representar de manera directa y que tengamos obras que hayan sido pensadas para personas de la diversidad sexual. En este caso, The Prom nos regala canciones como “Dance with You” o “Unruly Heart”, siendo de las pocas películas musicales en donde encontraremos canciones compuestas para mujeres lesbianas, específicamente jóvenes, quienes ya tienen un referente respecto de este tema.

Ahora bien, una de las grandes críticas negativas que tuvo esta película fue la participación de James Corden, quien interpretó el personaje de Barry Glickman, ya que fue acusado de realizar una actuación ofensiva, al interpretar a un actor de teatro, gay y muy afeminado. Independientemente de si James Corden hizo o no un buen trabajo, prefiero concentrarme en las reflexiones que podemos abstraer gracias a este personaje. Aunque toca el tema muy por encima, a lo largo de la historia te plantean que los padres de Barry lo corrieron de la casa al momento de enterarse que era gay e, inclusive, señalan que este hombre estuvo en riesgo de ser sometido a un ECOSIG (Esfuerzo para Corregir/suprimir/reprimir la Orientación Sexual y/o la Identidad/expresión de Género). Aunque de manera muy breve y sin profundizar, se aprovecha este personaje para mostrarnos la realidad de muchas personas que a muy temprana edad se vieron orilladxs a cortar lazos con sus familias, a causa de rechazo por motivos de orientación sexual.

Sin embargo, el mayor acierto respecto al personaje de Barry, radica cuando recuerda su baile de graduación y cómo a pesar de que le gustaba un compañero de la escuela, nunca tuvo oportunidad de asistir con la persona que hubiera querido al baile de graduación. Este momento me parece importante, ya que este personaje es muy bien aprovechado para representar, especialmente, a toda esas personas pertenecientes a la comunidad LGBTIQ+ y que son de la generación X y Millenial, para quienes era impensable llegar a externar que les gustaba un hombre o una mujer y mucho menos imaginarse yendo con esa persona a un evento escolar como su pareja.

Otro gran punto que se encuentra latente a lo largo de la película y que vale la pena resaltar, es la necesidad (y urgencia) por parte de este grupo de artistas de querer sumarse a la lucha de los derechos de las personas de la diversidad sexual, con el fin de volver a ser relevantes y obtener una buena publicidad, aunque no terminen de entender qué quieren y necesitan Emma y Alyssa. Inclusive, me parece genial una frase de la canción “It’s Not About Me” en donde Meryl Streep canta: who is an LGBT-Teen, I´ve been far too angry to Google what those letters mean”.  ¿Acaso esto fue una indirecta para todas aquellas personas/empresas que deciden hacer lo mismo en el mes de junio?

Al final, una de las fortalezas que le encuentro a esta película es la reflexión respecto de la importancia y necesidad de contar con aliadxs conscientes para estos temas. Así como la historia de amor de Emma y Alyssa no era una cuestión banal y desechable que pudiera tomarse como un estandarte para ganar publicidad y volver a ser relevante, tampoco debería serlo la comunidad LGBTIQ+.  Me queda claro que las intenciones del director de esta película no era profundizar ni clavarnos en problemáticas estructurales que se encuentran en nuestro entorno, pero me parece que este grupo de artistas sirve como una analogía perfecta para cuestionarnos la manera en la que merecemos ser apoyados y cómo podemos exigirlo. Al final, el mensaje de la película cobra una relevancia muy fuerte, puesto que termina siendo Emma quien establece los límites y les hace ver a este grupo que, si bien la ayuda era bienvenida, ella sería quien tendría el control sobre la narrativa respecto a su relación con Alyssa, tomando en consideración todas las interseccionalidades que les cruzaba a esa pareja.

Un gran acierto de esta película es que no se permitió que la violencia ejercida por lxs compañeros de escuela y/o por la familia, termine siendo el eje determinante de la narrativa.

En conclusión, aunque The Prom sea una película muy colorida y alegre, tampoco se pretende mostrar que siguen sin estar presentes los problemas comunes que enfrentan las juventudes LGBTIQ+, como es el acoso escolar, el rechazo de la familia o la imposibilidad de cumplir con la expectativas que marca la heteronorma. Sin embargo, la gran diferencia que encuentro con otro tipo de películas que han tocado estos temas, es que todas estas problemáticas no se vuelven la parte central de la historia; es decir, las violencias que en este caso atraviesan a Emma, Alyssa o Barry, no son el hilo conductor de cada una de sus historias y tampoco terminan definiendo su vida.

Y es que al final, cuando uno va creciendo puede llegar a creer que el baile de la graduación es un suceso banal, cuando en realidad no lo es. Los bailes de graduación, las fiestas de quince años, las tardeadas, los cumpleaños y demás eventos sociales son parte fundamental para el desarrollo emocional y social de las y los adolescentes y sí termina siendo un hecho relevante para ellxs si pueden o no ir con la persona que les gusta. Por lo cual, la película permite hacer esta reflexión final de cómo poco a poco existe un panorama real para que cualquier joven LGBTIQ+ pueda tener una vida plena, tal y como lo podría tener cualquier adolescente, y se permita convencerse de que merece vivir una historia de amor durante su adolescencia, tal y como lo hacen Emma y Alyssa.

¡Hasta la próxima!

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